sábado, 28 de junio de 2008

El Tag del Colegio


Hay cosas que simplemente no se pueden enunciar por un Edith, no se pueden etiquetar, requieren de tiempo y dedicación. Aún así este rincón del blóg pareciera tener vida propia y se niega a partir .

Benjamín me ha dado un gran susto, ya era de asumir que no puedo poner expectativas quiméricas en él por el solo hecho de que es mi hijo único. Benjamín rechazó el proyecto educativo al que había sido integrado y por segundo año consecutivo quedó sin colegio a mitad de año. Su hiperactividad y su conducta desafiante lo hicieron candidato a la condicionalidad permanente, todo fue drama, y luego de tres semanas de angustias ha sido reintegrado a un colegio definitivo, personalizado, donde la hiperactividad es concebida no como un capricho que se cura con aromaterapia o el yerbatero . Es una condición cerebral, neurológica, y para esto el apoyo de algunos fármacos bien conducidos es vital. Para mí ha sido un balde de agua fría, ya que la significación y los proyectos educativos en los que proyectaba la crianza de mi hijo se transformaron por completo.

Es duro además porque me he encontrado sola en el cotidiano, con todas las discriminaciones y moralismos sociales, los que apuntan al hecho de que el no tiene una familia tradicional.Además mi cabro es brillante y verme envuelta a toda la gama de especialistas me da simplemente urticaria. Y es porque el Benja sale de todas las etiquetas en los meses del verano, o sea es en el periodo estival cuando la figura del colegio desaparece, en ese lapso es donde fluyen de verdad todas su potencialidades .
Debo reconocer que quise no enviarlo a la escuela por el resto del año porque yo misma soy muy desafiante y hay mucho mío en esta estructura, por suerte mi familia ha sido un apoyo fundamental , y gracias a esa ayuda , dimos con un proyecto en apariencias adecuado para su caso.
El ahora está mucho mejor y aprendiendo como loco .
Yo estoy dispuesta a ayudarlo hasta el final.